HISTORIA DE LA DEFORMACIÓN DEL LENGUAJE
Actualmente América Latina padece
de un desgarro en sus formas de expresión oral y escrita, surge una mezcla de los dialectos autóctonos de cada
región. De igual manera, las razas africanas trajeron también sus propios modos
de expresión y esta mixtura enriqueció aún más el despelote. En esta forma, el
idioma español regado con desenfado y gracia llegó hasta las élites y allí
adquirió su mejor y más acabada “originalidad”; mientras abajo, en las selvas,
costas y llanos, su desarrollo fue ágil y frondoso
El vocabulario de cada persona se
redujo a no más de cuatrocientas palabras, ligado esto a lo malas costumbres de
las tradiciones propias del lugar, ya que cada cual quiso inventar nuevas
palabras para expresarse.
También llegaron la radio y la
televisión, las cuales iniciaron también su bloqueo mental, ya que estos
elementos introdujeron formas nuevas y aparentemente más ricas de expresión,
pero muy falsas y pedantes. Como consecuencia de esto, ahora está muriendo la
parte noble del español antiguo y se ha extendido una uniforme vaciedad en las
palabras, donde los sentimientos se deforman y originan una especie de amasijo
de frases sin asidero de razón, ni de afecto alguno. Es evidente que nada
delata tanto a una persona o a un pueblo como su forma de expresarse. El efecto
más pernicioso es el que proviene de la televisión, que afecta a los jóvenes y
promueve una especie de uniformidad vulgar. La gente deja de pensar para
repetir el leitmotiv de los cómicos ordinarios y políticos del país. Sin darse
cuenta, los muchachos bloquean sus propias expresiones y sufren una especie de
total entorpecimiento.
Es cierto que la esclavitud, el
dominio de España sobre América, unido al lenguaje procaz y a la actitud de sus
aventureros ignorantes y perturbados, dejaron raíces de honda deformación en la
expresión nuestra. Muchas vertientes han dado lugar para esta contrariedad ya
sea verbal o escrita.
Tampoco resulta difícil descubrir
la pobreza en el vocabulario de nuestros niños y lo afectadas que son sus
maneras de hablar a causa de asimilar las formas defectuosas de los adultos y,
sobre todo, por la permanente exposición a ambientes y situaciones que no son
propios de su edad, incluidos los de la escuela.
Existen muchos debates acerca de
si los nuevos medios electrónicos han empobrecido nuestro lenguaje y la
capacidad de comunicarnos y expresarnos, y puede que esta sea una pregunta que
habríamos de responder cada uno de manera individual, pero lo cierto es que, la
forma en que nos comunicamos actualmente ha sufrido una notable transformación.
Si nos remontamos a analizar los cambios que han sufrido las tecnologías de la
escritura a lo largo de la historia de la humanidad nos daremos cuenta que
todos han tenido consecuencias en las prácticas sociales.
Un fenómeno relativamente
reciente, el auge de las redes sociales, se ha convertido en el referente de la
comunicación por Internet. Los jóvenes no solo no son ajenos a esta realidad,
sino que han hecho del uso de las redes sociales una de sus aficiones
preferidas, contribuyendo a su extensión de forma exponencial. El tiempo que
pasan en Internet lo invierten en su mayoría en interactuar con sus amistades,
con el deseo de estar conectados permanentemente con ellas. Esto es lo que
ofrecen las redes sociales, que permiten a los usuarios compartir fotos o
vídeos pero, sobre todo, intercambiar mensajes.
DIFERENTES DIALECTOS E IDIOMAS EXISTENTES EN LIMA

El Documento Nacional de Lenguas Originarias, recopila información sobre las lenguas que se hablan actualmente en Lima y las que se extinguieron. La principal ciudad del país ostenta la mayor diversidad lingüística en el Perú debido a que posee migrantes de todas partes. Sin embargo, son solo unos pocos los asentamientos en donde los hablantes se han agrupado de tal forma que siguen usando la lengua en su interrelación.
Existen indígenas que se han asentado recientemente en Lima, como el caso de las familias shipibo agrupadas en Cantagallo (Rímac), cuya institución educativa ha sido registrada como la primera escuela urbana de educación intercultural bilingüe (EIB). Otros shipibos están ubicados en Santa Eulalia.
Además, un grupo de indígenas awajún se han asentado en Ventanilla (Callao), y otro grupo frente a la Universidad de San Marcos, en el Cercado de Lima. Asimismo, existen hablantes ashaninkas en Huaycán y Chosica, y algunos matsigenka en Puente Piedra.
No hay cifras exactas sobre la cantidad de quechuahablantes y aimarahablantes en Lima, pero se estiman en decenas de miles, ubicados en diferentes distritos de la capital. Algunos viven en urbanizaciones y asentamientos urbanos formando pequeños núcleos familiares con diferentes grados de parentesco.
Todas estas lenguas indígenas que se hablan en la capital se encuentran en serio peligro ya que no son transmitidas por los padres a sus hijos. El castellano se impone como una lengua de prestigio y poder.
Del quechua que se habla en la provincia de Lima destacan las variantes Oyón Huaura y el quechua de Pacaraos-Viscas y Andamarca-Vichaycocha, utilizadas en su mayoría por ancianos. Al norte de Lima se habla probablemente la variante Cajatambo.
Dos parientes del aimara, el jaqaru y el cauqui se hablan exclusivamente en la provincia de Yauyos, al sur de Lima. Pertenecen a la familia lingüística aru y están consideradas seriamente en peligro, por lo cual, sus hablantes han mostrado el deseo de fortalecer y recuperar sus lenguas.
Se estima que solo 725 personas dominan el jaqaru en el distrito de Tupe, mientras que el cauqui es hablado solo por once personas en Cachuy (Catahuasi, Tupe), identificadas a fines de la década de los noventa. Los hablantes de ambas lenguas junto con las autoridades tienen el enorme desafío de poner en marcha acciones para revitalizar esta lengua.
Las instituciones educativas de Lima que deben ofrecer una educación intercultural bilingüe suman 28, de las cuales siete deben enseñar en jaqaru (Tupe) como primera lengua y castellano como segunda. Igual es el caso de seis escuelas educación intercultural bilingüe en Cajatambo, en donde el quechua es la primera lengua y el castellano como segunda lengua .
Las dos escuelas educación intercultural bilingüe ubicadas en Cantagallo (inicial y primaria) cuentan con maestros que enseñan en shipibo primera lengua y en castellano como segunda lengua. De otro lado, once escuelas en Oyón deben enseñar en castellano como primera lengua y el quechua como segunda lengua. Igual es el caso de dos escuelas en Catahuasi que aun cuando enseñan en castellano, busca motivar en los estudiantes el interés por el cauqui con apoyo en las tradiciones, costumbres y topónimos de este pueblo.
Tanto que se quiere modernizar al Perú entonces apliquemos el razonamiento lógico moderno a la teoría política entonces para gobernar un país con más de 70% de población de origen quechua aymara amazónicos para ser congresista, ministro funcionario público y con mucho mas razón el presidente debe aprender obligatoriamente como requisito hablar al menos tres lenguas auténticas del territorio nacional.
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